Limpieza y cuidado adecuados de las luces del jardín.
Idealmente, al comienzo de la temporada de jardinería, debe eliminar completamente toda la suciedad de las superficies de las luces exteriores para que brillen de la mejor manera posible. Las superficies y portalámparas de las luces exteriores suelen estar bien protegidas contra la intemperie y requieren pocos cuidados. Se debe tener cuidado con las superficies pintadas, ya que son particularmente susceptibles a la suciedad y los arañazos. Sin embargo, el polvo y la suciedad suelen eliminarse fácilmente de las luminarias pintadas. ¡Le explicaremos cuál es la mejor manera de limpiar los diversos materiales para que sus luces estén listas para la temporada de jardín!
Lámparas limpias de vidrio, plástico y acrílico.
Por lo general, es suficiente limpiar a fondo las superficies de las luces de jardín hechas de plástico o vidrio con un limpiador de ventanas y un paño para restaurar el brillo anterior. El vidrio real también se puede limpiar en el lavavajillas.
Limpiar lámparas de cerámica y terracota
Para estar seguro, las luces de jardín hechas de arcilla solo deben limpiarse con un paño seco o con agua, porque muchos esmaltes son sensibles a las sustancias contenidas en los agentes de limpieza químicos. Se debe tener especial cuidado con las cerámicas engobadas, como las que ofrecen algunos fabricantes italianos. Las lámparas de terracota pueden reaccionar a las soluciones aceitosas y grasosas con manchas antiestéticas.
Latón, cobre y zinc
Con el latón, se distingue entre superficies pulidas y patinadas, estas últimas reconocibles por su color más oscuro: con el tiempo, la aleación de cobre y zinc forma una pátina natural que actúa como protección de la superficie. En el caso de superficies no barnizadas (no zaponadas), se deben evitar los limpiadores químicos y se debe utilizar un paño suave. Con un poco de presión y fricción, se pueden eliminar todas las manchas de las lámparas. ¡También se debe usar un paño suave en las superficies pintadas para evitar rayones!
Limpiar luces de hierro y aluminio
Estos dos metales normalmente solo se utilizan con superficies pintadas para iluminación exterior, de lo contrario se oxidarían con el tiempo. Por lo tanto, puede usar un limpiador químico suave y un paño suave. La leche para fregar frotada con una presión suave ayuda a eliminar las manchas más difíciles. Deben evitarse a toda costa incluso los pequeños arañazos en la capa de pintura. Si ocurren, deben ser repintados.
Cromo, acero inoxidable y níquel
Las luces de jardín hechas de acero inoxidable, cromo y níquel suelen tener una capa muy fina que actúa como una protección fiable contra la oxidación. Al limpiar, asegúrese de que no se produzcan arañazos. Aquí también, use un paño suave e idealmente solo productos de limpieza suaves.
Cableado y electricidad
Si siempre se apega a la potencia especificada, el revestimiento de plástico y los enchufes durarán muchas generaciones. Las lámparas incandescentes con más vatios, por otro lado, causan grietas finas con el tiempo, que eventualmente se expanden. Si desea cambiar a una luz más brillante, debe elegir lámparas de bajo consumo o LED, ya que generan mucho menos calor que los radiadores térmicos, como las lámparas incandescentes.
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